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FRANCISCO SARACENO - PARTERO

Él es Francisco Saraceno, conocido como “el partero”, es el primer partero universitario hombre de Argentina, militante a favor de los derechos humanos, la no violencia y los partos respetados. Conforma un equipo de trabajo llamado “Parir en casa” donde comparten el deseo de acompañar los partos y nacimientos con respeto, amor y confianza.

 

 

 

 

D.E: Hola Fran, ¿Cómo estás? Primero que nada me gustaría que nos definas “parto respetado”

 

F.S: Hola, muy bien, te cuento es cuando la construcción está hecha de todos lados, con lo que uno escucha de la embarazada, lo que escucha de lo que quiere esa pareja, con poder respetar enserio lo que ellos sueñan y desean. No tiene que ver con un tipo de modalidad. Es ponerse en el lugar del otro y construir desde ahí, cada nacimiento es diferente, y cada persona que está pariendo también, tiene que ver más con un cambio de paradigma, desde cómo se ubica o cómo acompaña el profesional, y también de esto que hablamos siempre, del manejo de la información y de poder hacerse cargo como pareja desde ese momento, empoderarse y elegir libremente.

 

 

 

D.E: ¿Por qué elegís ser partero en domicilios y no tanto en instituciones? 

 

F.S: Fui pasando a lo largo de los años por clínicas y  hospitales durante la formación y siempre también lo hablo como profesor de la facultad, de poder también elegir libremente nosotros, como parteros, donde nos sentimos más cómodos, donde nos sentimos más útiles. Y en esto de la partería hay un montón de áreas para elegir: la investigación, acompañar embarazadas, asistir partos…

Así como la pareja busca donde se siente más cómoda, nosotros tenemos que hacer el mismo trabajo y buscar y ver donde nos sentimos mejor. Hoy en día yo elijo todo lo que implica la asistencia en domicilio, para mí esto es de mucho placer, el que te abran las puertas de su casa, de un lugar totalmente ajeno a uno, y uno va a acomodarse a lo que realmente necesita esa pareja…

No está bueno que las parejas elijan casa para no sufrir violencia, está bueno que en todos los lugares donde haya un nacimiento haya respeto y que se elija por una cuestión más ideológica, donde uno se sienta más tranquilo. Particularmente a mí me tira mucho lo social, más allá de lo que es el nacimiento en sí, no somos parteros porque estamos en partos, sino que hay algo mucho más rico e interesante que es acompañar a la familia entera, acompañar desde sus comienzos, y me parece que así como nos acomodamos en el parto para lo que necesitan, también nos acomodamos durante esa vida y vamos viendo que necesitan en cada momento… y esto tiene un valor bastante clave en la construcción familiar, ni hablar de todo lo que tenga que ver con la sexualidad más allá del parto, toda esa parte también me tira y me gusta poder construir desde ese lado.

 

 

 

D.E: ¿Cuáles son los motivos por los cuales no recomendarías un parto en casa?

 

F.S: A veces casa se visualiza como muy extremista, muy hippie, todo muy atado de los pelos y la verdad tenemos también protocolos y normas, que las construimos entre todos obviamente… se hace mucho hincapié en una mamá sana, un embarazo sano y un bebé sano.

Lo que tiene este tipo de acompañamiento o asistencia es que es mucho más personalizado, entonces uno conoce realmente a esa mujer, esa familia; no solo lo fisiológico, sino también sus miedos, sus dudas, como se conocieron, sus otros hijos, que hacen, que comen, que les gusta y que no, esto te hace ubicarte mucho mejor en el parto. Pero si siguiendo esto de que si en el embarazo viene todo bien ¿Por qué no darte la chance y el lujo de intentar parir en casa? Si el bebé está bien ¿Por qué no pensar que casa es el mejor lugar para recibirlo?

Las consultas se dividen en parte de control, y parte vincular, ahí se va midiendo la panza, estudios, se va armando una historia clínica de cada mujer, ahí uno va dándose fuerza, si viene todo bien durante los 9 meses ¿Por qué no hacerlo de esta manera? Pero como profesionales en salud si vemos que algo no anda bien ¿Por qué no usar entonces ese plan B que cada pareja tiene? Siendo plan A parir en casa, plan B hacerlo en institución. Si amerita usarlo, está bien, y no hay que vivirlo como una frustración, ni tampoco como un gran fanatismo porque la mujer es la que quiere, pero después una se da cuenta que tiene que entregarse, no deja de ser un canal y los bebés son los que deciden: cuando, dónde y con quién… hay que hacer ese ejercicio, igual casi todas las parejas terminan pariendo en su casa, pero es verdad que nadie esta exento de sentirse mal o algo así. También hay que evaluar cada mujer, uno no puede levantar bandera y decir “esto así en casa” “esto así en casa no”, se ven cuestiones de otra manera, algo más holístico, las alternativas se van construyendo en equipo, por los profesionales, la mujer que pare y el compañero si existe…

 

 

 

D.E: Los miedos típicos, más cuando se piensa en un domicilio (donde no se interviene quirúrgicamente) son: ¿y si tiene vuelta de cordón en el cuello? ¿Y si viene de cola? ¿Y si hay alguna complicación durante el trabajo de parto?

¿Qué pasa con esto? ¿Son solo mitos?

 

F.S: Si es verdad que esta manera de asistir llama bastante la atención, es polémico porque el cambio de paradigma y que la mujer se empodere todavía sigue costando… miedos y dudas siempre va a haber, y está bueno que haya y de ahí poder construir, lo que si no debería haber miedo es a la “casa”, sí miedo de voy a ser mamá, de va a doler o no, cuanto durará, qué pasa si le pasa algo al bebé o a mi como mujer, esto es lógico porque es un momento que nos atraviesa todos y algo transcendental en nuestra vida, está bueno porque hay 9 meses para desmitificar algunas cosas, quizás muchos miedos vienen de la crianza, de nuestra concepción de lo que es el embarazo, de la sexualidad, de los partos en nuestra familia, de nuestro propio nacimiento, todo esto está atravesado en la cultura, por ejemplo como se ven la películas que esto tiene que ser rápido, de la urgencia, de tener que salvarle la vida, tiene que ver con una cuestión más institucional, y la verdad es que esto no es tan real en lo que implica casa, si casa es algo: es tiempo!!!

Por ahí la imagen contraria, esto de mujeres que están varios días, o varias horas, son sus tiempos y los de ese bebé, entonces en los casos donde se usa el plan B, se hace tranquilos, y tiene que ver más, generalmente, con cansancio materno, donde la mamá dice: “bueno basta, necesito otro marco para poder parir” y está bien, no tiene que ver con algo malo, el trabajo de parto está acompañado por personal idóneo y si algo no va bien, se usa el plan B, pero repito que los traslados son bastante sencillos, nadie corre, es verdad y entiendo que todos conocemos casos donde hay que actuar muy rápido, pero tiene que ver más con lo institucional donde una mujer entra y tiene que parir, y ahí como profesionales se interviene para que ese nacimiento sea lo más rápido posible y ahí es donde con la intervención empezamos como a equivocarnos, entonces apuramos un proceso que en verdad debería ser natural y tendríamos más que admirarlo que intervenirlo y es donde el bebé empieza cansarse y emitir señales donde ahí sí hay que correr, yo mismo he tenido que correr adentro de instituciones para resolver ciertas intervenciones que uno había hecho que no tendrían que haber sido necesarias y ahí uno como profesional debería decir: “¿bueno porqué hice esto?” hay que cortar con la intervención.

También cuando uno trabaja en un ámbito institucional tiene un cierto respaldo, y está más canchero en ir a ciertos límites con el bebé y con la mamá que total atrás hay un quirófano y se opera. En casa uno se prepara de otra manera como profesional, y no se fuerza la situación porque son otras las maneras de resolver, entonces en casa ningún profesional iría al extremo de un bebé o una mamá.

Sobre los miedos puntuales, tiene que ver con que la asistencia de cola se dejó de trasladar, y hoy en día un bebé que esta de cola para la institución es una cesárea. No se hace ningún ejercicio ni ninguna técnica para girar a los bebés, esto es histórico, desde pueblos originarios, de parteras tratando de poner al bebé de cabeza, son otros tiempos, es otra manera de asistir a una mujer que está queriendo parir un hijo de cola, todos deben estar tranquilos. Se puede parir un hijo de cola el tema es que no es para cualquier mujer ni para cualquier profesional asistir, pero se puede, nacieron desde hace miles de años bebés de cola y siguen naciendo, el tema es el miedo instalado, escuchamos tantas cosas… el tema es entender que son otros tiempos, que hay técnicas, invitar a la mujer a hacer ejercicios.

Se escuchan muchas cosas con respecto a la circular de cordón, la verdad es que como profesional si uno justifica una cesárea por ese lado, nadie te pide que saques una foto ni nada, uno escribe en la historia clínica y es muy fácil, otras cuestiones uno las tiene que demostrar con algunos estudios, pero esa no!

Para el resto si se habla de vuelta de cordón, nos ahorcaríamos y nos moriríamos, pero en verdad el bebé no respira por la garganta, y cuanto más cíclico esté, mucho mejor, el tema es que nunca en ese cordón tenga un nudo. Y si cuando está naciendo uno lo ve, se le saca sencillamente, el bebé no para de girar dentro de la panza y es normal que venga con una vuelta o dos vueltas, el cordón es elástico y es muy largo, y por más que tengan una vuelta en la garganta no pasaría nada porque no respiran hasta que salen.  Por eso es una construcción, cuando nacemos nos criamos en una familia que “somos las que no dilatamos” “las que no podemos dar la teta” y eso si se sigue replicando, y es una mochila muy difícil de sacar y uno con eso llega al parto, con toda su historia, la de su mamá, sus hermanas…

 

 

 

D.E: A veces en los partos las cosas se complican y los padres o la familia dice "menos mal que había un médico, o que estaba en un lugar lleno de recursos", yo creo que (en un alto porcentaje) justamente a veces se complica por demasiadas intervenciones, y que si todo hubiera seguido su curso no hubiera existido dicha complicación. ¿Qué pensas al respecto?

 

F.S: Está totalmente demostrado que es así. A veces la cantidad de recursos no tiene que ver con el mejor de los desenlaces, también está la falsa creencia que en casa no se lleva nada, en verdad todo lo que hay una casa es lo que hay en una sala de parto, por ahí de otra manera ubicado, no pasa tan visible y no es el rol importante de la escena, sino la mujer, todo se lleva y de una manera mucho más sutil, lo que nos pasa en casa es que en general no se usa nada de todo eso, porque no se necesita, y hay que volver a entender que es un proceso totalmente fisiológico y natural, y obviamente que tenemos que estar atentos por si hay que intervenir, pero en general no tiene que ver con la intervención. La naturaleza es sabia, siempre está bueno que haya un marco de afuera donde se mire que todo vaya por ese carril, pero en verdad a veces todo tiene que ver con los mejores y ultra equipos que hay que justificarlos todo el tiempo, como las neo, tenemos los mejores aparatos entonces todos los bebés que nacen en esta clínica tienen que pasar por incubadora. Eso es totalmente innecesario y ahí es donde nos equivocamos. La construcción tiene que ser individual, esta familia lo puede necesitar bienvenido sea, pero no todos necesitamos lo mismo.

Por eso es buena la información, cuando una queda embarazada y empieza a desandar, está bueno preguntarle a los equipos de parto en casa, ¿Qué llevan? ¿Qué traen? ¿Para qué? ¿Qué se puede resolver? Hay un montón de cosas que uno podría hacer dentro de casa como en la institución, el tema es, repito, la construcción con la pareja, con esa mujer, decirle por ejemplo que realmente estaría bueno hacer esto, ¿qué decís? ¿Lo intentamos, no lo intentamos? Pero las herramientas en sí, son las mismas. Desde escuchar un bebé desde afuera, como para darle oxígeno desde afuera, dar medicaciones para retraer el útero, para las perdidas… la diferencia es que en casa las medicaciones se ven, en instituciones a todas las mamás se les da medicación para las perdidas, para que todo sea más rápido, y una serie de intervenciones que dentro de lo que es el estallido hormonal de una mujer, está muy tapado, entonces ya arranca un puerperio alterado, porque hay un montón de sustancias químicas artificiales.

Es muy difícil elegir este camino por una moda, porque en verdad no es el camino más fácil, es hacerse cargo de su historia, de sus tiempos y los del bebé, pero bueno también lo que se ve es que es el más rico en este sentido: uno se da cuenta de lo que tiene, y también se permiten ver los tiempos de ese bebé que es el que está viniendo y el que está eligiendo, en vez de: bueno por tal cuestión de este médico, me acomodo a estos tiempos, este fin de semana no….

Lo que se está viendo desde la institución es que se está perdiendo este rito de pasaje, por más que una después vaya a tener otros hijos, ese que está naciendo es único. Parece que casa está más relacionada a este ritual, a la fiesta del nacimiento, tiene que ver con cuidar esto y ser realmente los guardianes del nacimiento.

Lo bueno, porque soy optimista, es que cada vez hay más gente que frena la pelota, y plantea en la institución o en domicilio, planean el parto, se empiezan a informar, entonces casa no es un lugar tanto como venden: de demonios… se puede! Como está cambiando todo, desde la alimentación, la crianza, la homeopatía, y vamos bien por ese camino, y esto es parte!!!

 

 

 

D.E: Son muchos los casos de violencia obstétrica últimamente, si bien siempre existió, hoy creo que no solo hay más, sino que las mujeres estamos más informadas y hacemos valer nuestro derechos... ¿Qué se puede hacer luego de sufrir violencia obstétrica y cómo? 

 

F.S: Hay leyes que nos amparan, se puede empezar a visibilizar y concientizar, haberle puesto un nombre propio. Antes era “bueno hay que sufrir para parir”, esta también este supuesto saber de un lado hegemónico, esto de “ bueno si a todas se les trepan y les aprietan la panza, a todas les cortan la vagina” naturalizar la violencia fue parte del camino y fue problemático. Hoy en día todos tenemos acceso a internet, la tele, las revistas, un documental, y esto pone en juego hacer visible lo invisible, como la obra de Las Casildas, es una problemática que pasa a diario. Esta bueno activarse y no quedarse en “bueno esto lo pase yo y listo”… no, que no le vuelva a pasar ni una en un futuro embarazo y parto,  ni también a la que sigue después. Me parecen bien estos grupos, porque se pueden hacer las denuncias, y es importante esto, porque el sistema está armado para que “todo siga”, por ejemplo “me cortaron la vagina y no esperaron mi tiempo” y te dicen “bueno pero vos estas bien, el bebé está sano, no te quejes” a veces nuestros viejos, nuestros amigos, no lo entienden hasta que no lo pasan, entonces esta bueno brindar ese espacio como pareja, como amigos, familia, vecinos, que la mujer pueda soltar y contar realmente… muchas se dan cuenta antes o en ese momento, pero la gran mayoría cae al tiempo y muchas hoy en día con esto de la visibilización, se dan cuenta que el parto natural que creyeron tener, de natural no tuvo nada…

 

 

 

D.E: Contas con un espacio en Villa Crespo, donde dan charlas mensuales, ¿cómo es el encuentro? ¿Quiénes asisten? ¿Hay temáticas preestablecidas o simplemente van surgiendo?

 

F.S: Somos un equipo solamente de parteros, que es el modelo que nos sienta mucho más cómodos, en el que creemos y que es mundialmente reconocido  para estar al lado con una embarazada, por nuestras formaciones lo vemos como muy posible, nos gusta mirar para el costado y tener un colega exactamente igual y con el cual nos nutrimos todo el tiempo y nos sentimos apoyados.

Hoy en día uno acompaña los 9 meses de embarazo, lo cual me parece alucinante.

Proponemos una primera entrevista, donde uno realmente escucha a la pareja, ve que quieren hacer, uno cuenta la propuesta, y hacemos mucho hincapié en esto de que se fijen si quieren elegirnos o no, hay cuestiones de afinidad y vínculo, está buenísimo que las parejas vayan conociendo equipos, más allá de la decisión primera de “queremos parir en casa”, bueno ¿con quién?, es algo muy íntimo, muy personal y es ideal que sea una persona donde uno se sienta cómodo y tenga confianza.

Hay gente que hace un control paralelo, con su obra social, porque se lo cubren o por otras cuestiones, igual nosotros lo que proponemos es vernos una vez por mes.

Nosotros proponemos un montón de cosas y después el camino con cada apareja es bastante diferente, hay cosas que algunas les gustan y a otras no. La idea es que haya un vínculo y conocernos, no saltar de la primera entrevista a los 9 meses y “llamame con contracciones” porque sería muy difícil acompañar y saberse ubicar ese día…

La idea es conocerse y formar vínculo en las entrevistas, en la primera parte hacemos el control, eso no lo dejamos de lado, abrimos una historia, vemos la panza, la medimos, la escuchamos, cuando es un poquito más grande vemos como está ubicado, donde está la cabeza, donde está la cola, que esto lo hagan ellos mismos, está bueno que ellos lo sepan hacer, que escuchen y vean que el corazón está bien, no volcarle al profesional todo y que solo él pueda escuchar al bebé, la construcción es entre todos, me parece importante poder realmente empoderarnos y hacernos cargo de nuestro cuerpo. Esta parte tiene que ver con eso, controles, medidas, peso, ver la ubicación del bebé, la historia clínica…

Y después bueno viene la parte vincular, despejar dudas y miedos, como se conocieron, como nacieron, si hay otros hijos, si van a estar, si no van a estar, cada pareja pone en esas entrevistas lo que quiera poner en juego, para esa construcción y poder llegar al parto lo más liviano y libre posible. Lo bueno es que hay 9 meses para ir desandando todo eso que escucharon, que les dijeron, las cosas de familia… estas son las entrevistas individuales.

Luego nosotros una vez por mes, ofrecemos el espacio nuestro que se abre para que haya testimonios, si bien hoy en día casi todos conocemos alguien que parió en casa, un familiar, un vecino, un amigo, pero sigue pasando que alguien nunca escuchó y eso nos parece todo el tiempo de nutrir, más allá que luego cada uno hace su experiencia, está bueno escuchar esto de cómo lo vivieron, y sobre todo, no sé si por la particularidad que soy hombre y partero, pero la voz que tiene el hombre en los grupos es bastante importante, no es que pasa desapercibido, y esto al hombre suele empatizarle de una buena manera, como “ah escuchamos a otro hombre que también al principio le costó, entender a su mujer” y después terminan siendo los más fanáticos, y como vivieron esas horas, es decir, para las mujeres es, por lo general, más fácil juntarse con otras y decir “estoy embarazada, me pasa esto o lo otro” y para el hombre con estos prejuicios o mandatos de que no podemos llorar y tenemos que ser machos y todo eso, es muy difícil hablar de

“me está movilizando el embarazo, me están pasando cosas” y en verdad cuando hay una pareja, los dos gestamos, entonces nosotros pensamos que si existe esa pareja siempre hay que trabajar con los dos, no es que trabajamos los 9 meses con la mujer y en el parto recién conocemos al varón, no está bueno así porque él también puede ir poniendo miedos y está bueno ir desatándolos juntos, entonces los testimonios abren paso a esto: “pueden ser tantas horas, ahhh esto se resuelve así, esto no es para irse de casa”.

Más allá de las entrevistas el testimonio de termina de dar como el último panorama también de cómo nos ubicamos nosotros, de pasar de angelitos a estar en otra habitación jugando con el otro hijo, a estar 24 horas seguidas masajeando, van viendo “ah pero si revisan, ah pero pueden hacer esto, también pueden no hacer nada de todo esto” es un abanico totalmente diferente los testimonios. Está abierto a que vengan a contar todos los que acompañamos,  termine como haya terminado, lo hayan vivido como lo hayan vivido, desde ahí es la construcción, porque si todos escucháramos “todos paren en su casa” cuando a uno le toca parir dice “tengo que terminar en casa, porque nadie termino en institución” y no, hay gente que no…

Acá viene gente que aún no tiene hijos, doulas, parteros, algunos que están empezando a buscar, es abierto a todos. Cuentan los que nosotros acompañamos, y lo venimos sosteniendo hace casi 10 años, los primeros martes de cada mes en el espacio de villa crespo, se come rico, se pasa bien, y lo abrimos tanto que también lo abrimos a otros equipos que también asisten en casa, porque en general los que asisten en casa no tienen quizás este espacio, nosotros desde que estamos juntos, nos conocimos en la casa de las parteras, y fue esta la idea de tener una casa, si bien nos encanta acompañar en cada casa, está bueno generar un espacio para los que no tiene casa, o los que viven en determinada situación, o en comunidades o vienen viajando, y ofrecerles una casa.

Esto lo hicimos hasta hace un tiempo, luego frenamos, porque sostener una casa, para que la gente, se instale, viva y demás, era demasiado para seguir sosteniendo, entonces frenamos un tiempito, y dijimos sigamos sosteniendo los demás espacios, porque también lo que tenemos nosotros que nos encanta y nos parece muy importante, es encarar el embarazo como taller, todos los demás martes que no son testimonios, se juntan todas las parejas que van a parir en casa, en general los últimos 3 meses, son 3 partes bien diferentes, una es de relajación, otra es de conectar con el bebé y escucharlo con la oreja, las embarazadas se escuchan entre ellas (porque a la suya no llegan)  y después cerramos como un algo de grupo terapéutico donde cada uno habla y cuenta su semana, en general nos vemos todos los martes, entonces contamos nuestra semana y hay surgen dudas y preguntas y es esto de ir conociéndonos entre todos, nosotros contamos nuestra semana, ellos cuentan su semana y eso hace que lleguemos al parto con un conocimiento pleno de ambos lados, por eso los vínculos que se arman son bastante fuertes después. Y nosotros nos sentimos más cómodos así, acompañando de esa manera, todos comemos y tomamos lo mismo, en el mismo espacio, el mismo día, y a veces el charlar es terminar hablando de películas del cine y lo más alejado a un parto, y lo que uno tiene que entender es que todo tiene ver, porque es cómo estoy viviendo el embarazo, esta todo como muy atravesado.

También lo que proponemos es hacer una entrevista en su casa, que en general es la última, para saber cómo llegar, dónde es, más allá que conocemos todas las zonas, está bueno desde una primer entrevista que es todo más raro, conociéndonos y mirándonos mucho y una última, ir a verlos a ellos, como dueños de esa casa, y también sentirnos cómodos con ese espacio y no que una este pariendo y preguntar “¿che donde tenías esto?” o “¿dónde está el baño?” esta bueno el conocer, se deja una pequeña lista de cositas mínimas que el que va parir tendría que tener, después todo lo demás de descartable, estéril, todo lo que tenga que ver con el bebé, con la mamá, medicaciones y un montón de cosas mas las llevamos nosotros.

Al nacimiento decimos que nos manejamos por necesidades, asique a veces hay muchos mensajes, llamados, y uno por lo general tiene una primer parte que la vive más tranquila con su pareja o solas, y después hay más ganas de compartirlo y que estemos nosotros como parteros. Las variantes son infinitas, de quedarnos días a quedarnos horas, de llegar y nacer, lo que sea, pero tiene que ver con una necesidad de pareja, nosotros no somos los que decimos “bueno ya tenemos que estar ahí” son ellos los van diciendo “che vayan viniendo”. Después del nacimiento nos quedamos 2 horas, para ver que la casa quede armónica, si lo amerita nos podemos quedar más, vemos que el bebé este bien, que ella este bien con tema perdidas, tetas, y ahí proponemos un par de visitas después, y ahí ponemos en juego también a los pediatras que trabajan con nosotros, como para después poder seguir, si uno cuido un montón de detalles para parir en casa, está bueno que los que sigan después sean piolas y no vayas a un pediatra que te diga “es una locura que pariste en tu casa” es como que retrocedes de casilleros, está bueno entender que parir en casa es parte de un sistema también, de otra construcción, pero no deja de ser un sistema y que hay mucha gente atrás, se hace el FEI a domicilio, se saca sangre a domicilio, no es una sola persona, hay un montón de personas que interactúan en redes, que sienten que es por acá el camino y se dedican a esto.

Lo bueno es que hoy en día hay un abanico gigante para que cada uno busque el modelo que quiere. Sin asistencia, con doula, con parteros, con médicos.

 

 

 

D.E: Una de tus frases que más me resuena es "uno pare como vive" ¿es como un lema tuyo? ¿A qué te referís con esto?

 

 

F.S: Es que es imposible si uno es de una manera, querer parir de otra, o forzar una situación cuando no es tu realidad, como esto de quiero hijos libres pero callate y sentate o yo te digo cuando jugar y en que marco jugar. Cuesta reconocerse en esto y hacerse cargo de los tiempos que a uno le llevan un montón de cosas…

 

 

 

 

D.E: Muchísimas gracias por aceptar esta entrevista que seguramente sea muy enriquecedora para todas las familias.

 

 

 

 

 

 

 

Podes encontrar a Francisco en: http://parirencasa.blogspot.com.ar/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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