Ellas son Virginia Eleit, Paula Roy y Noelia Schulz, son mamás y asesoras en porteo ergonómico formadas por Noelia Fernández, de Micomeu (Barcelona). Dan charlas y talleres grupales y asesoramiento personalizado sobre porteo ergonómico, seguro y respetuoso.

 

 

D.E.: hola chicas, me alegra mucho poder charlar con ustedes sobre el famoso porteo, creo que hace algunos años atrás este término no era tan conocido como ahora ¿no? Pero para dejar bien en claro me gustaría que nos expliquen ¿Qué es el porteo ergonómico?

 

K.P: Es cierto que hace tiempo no se hablaba de porteo, sin embargo se hacía, y se hace desde el inicio de las civilizaciones. Desde lo más básico, podemos decir que portear significa llevar encima a nuestros bebés. Es la manera más antigua de criar y responde a una conexión con nuestra naturaleza de mamíferos llevadores y con las necesidades básicas del bebé. Desde el momento en que nacemos, somos dependientes de nuestra madre (o padre, o un cuidador, pero en esencia se trata de la figura de “madre”), para ser alimentados, regular nuestra temperatura, desarrollarnos psíquica y físicamente, ser trasladados y cuidados. Necesitamos que nuestra madre nos lleve donde ella vaya, necesitamos su contacto, su piel, su olor, su amor, verla y saber que no estamos solos, que están cuidando de nosotros… Esta es la exterogestación, la gestación fuera del vientre, dado que nacemos antes de estar completamente formados neurofisiológicamente y dependemos de un tercero, no sólo para sobrevivir sino también para desarrollarnos como corresponde.
Un bebé nacido hoy, no sabe si nació en un país del primer mundo, ni que le han comprado la cuna más cara del mercado, y que está en la habitación de al lado, a salvo de todo peligro. Un bebé a quien se deja en una cuna o se traslada en un cochecito, aunque sólo sea por un ratito muy breve, se siente igual de abandonado y en peligro que si lo dejáramos tirado en el medio de la selva. Ayer y hoy, los bebés siguen naciendo con las mismas necesidades de amor, cuidados y contacto.
Podemos llevar cerquita a nuestros bebés simplemente con nuestros brazos, pero también podemos ayudarnos con algún portabebé, manta o pañuelo, que también nos facilite la vida diaria. Hacerlo de forma ergonómica quiere decir que buscaremos la manera de cargarlos acompañando el ritmo y velocidad de desarrollo del cuerpo y con la mayor seguridad. Para saber cómo llevar un bebé, tendremos que tener en cuenta si sostiene o no su cabecita, si se mantiene sentado solo y sin apoyo, o si ya camina. De esto se trata el porteo respetuoso y seguro que promovemos tanto, sin forzar posturas ni apurar al bebé.

 

 

D.E: ¿Cuáles son los beneficios para el bebé y para quien lo portea?

 

C: A mí me gusta describir al porteo como un arte ancestral que nos brinda la oportunidad única de conectarnos piel a piel con nuestros hijos desde el momento en que nacen. Es mucho más que sólo transportarlos en un portabebé. Portear es conectarnos profundamente con ellos. Nuestra maestra, mi tocaya Noe, nos enseñó una gran verdad: que el porteo brinda al bebé exactamente lo que espera cuando llega al mundo, nada más ni nada menos que contacto humano. Por eso portear se convierte rápidamente en una herramienta de gran utilidad, si el bebé es feliz toda la familia lo es, ¿o no?

La realidad es que los beneficios del porteo ergonómico y seguro son múltiples y estoy segura de que con los años se seguirán descubriendo nuevas ventajas. Me gustaría mencionar algunos. Ante todo, el porteo brinda al bebé una gran sensación de seguridad y tranquilidad. El Dr. Sears fue quien dijo que ser porteado ayuda al bebé a dormir mejor y a reducir el estrés, lo que se traduce también en una reducción visible del llanto. Este médico, pionero en destacar los beneficios de una tradición olvidada en Occidente, aseguraba que el porteo le recuerda al bebé el equilibrio y movimiento intrauterinos, por lo cual es totalmente lógico que se encuentren a gusto. Pensemos que un bebé estuvo meses y meses dentro del útero materno, que es cálido, húmedo, totalmente perfecto. El mundo exterior puede ser muy hostil. Por eso el porteo desde el nacimiento nos permite lograr que su transición al exterior sea mucho más respetuosa y amable. Además -y gracias a los estudios relacionados con el Método Madre Canguro- ahora sabemos que de esta manera los sistemas del bebé funcionan óptimamente: que tiene un menor gasto energético (por lo cual gana peso con mayor facilidad); que regula mejor su temperatura corporal; que tiene una mejor digestión (evitando y/o reduciendo molestias relacionadas al sistema digestivo, como los cólicos); que sincroniza la respiración con el adulto; que estabiliza su frecuencia cardíaca; que tiene un desarrollo óptimo del sistema óseo (el porteo ergonómico protege el desarrollo de la espalda y la cadera, previniendo, por ejemplo, la displasia); y muchas evidencias concretas más.

Como si todo eso fuera poco, el porteo potencia el vínculo mamá-bebé y la adaptación del recién nacido a la vida familiar, favorece la lactancia materna, estimula los sentidos del bebé desde la seguridad que le brinda el cuerpo del adulto, e incluso se ha demostrado que los bebés porteados aprenden más y puntúan más alto en los test de inteligencia al año de vida.

Realmente estudiar los beneficios del porteo es fascinante, porque constituye un círculo virtuoso. Portear se convierte en una herramienta para la vida cotidiana. Para quien portea no sólo es cómodo y le permite tener las manos libres, sino que también ayuda al fortalecimiento progresivo de sus músculos y previene los típicos dolores posturales, óseos y musculares que pueden generarse por llevar al bebé en brazos. Quien portea aumenta su autonomía y movilidad (sabemos lo poco práctico que puede ser moverse en la ciudad con un cochecito), lo cual le da la oportunidad de integrar al bebé desde muy temprano a la vida familiar y social. Esto genera mayor confianza en los padres. Además, quienes portean conocen más a sus hijos y aprenden a detectar sus necesidades con mayor rapidez (si volvemos al párrafo anterior, esto también hace que el bebé reduzca sus niveles de estrés, y es por este tipo de evidencias que destaco que se trata de un círculo virtuoso). Las madres que portean tienen menos posibilidades de sufrir depresión post­parto porque segregan mayor cantidad de oxitocina (la hormona del amor) y prolactina (hormona que estimula la producción de la leche materna).

A medida que el tiempo pasa, las necesidades de los bebés y niños van cambiando, pero sin duda el porteo sigue brindando beneficios. Por ejemplo, una mejor transición de la difícil etapa de angustia de separación. Y no quiero dejar de mencionar la seguridad extra que nos brinda un portabebé cuando viajamos en transportes públicos o necesitamos transitar espacios repletos de gente, como un aeropuerto, con niños pequeños que ya caminan.

Portear es todo esto y mucho más, porque cada familia va haciendo su propio camino. Y lo mejor de todo es que, además de los beneficios que ya mencionamos, el porteo es ecológico y sustentable.

 

 

D.E: ¿Desde qué edad y hasta cuando pueden ser porteados los bebés y niños/as? ¿Qué pasa en el caso de los que han nacido prematuros, hay alguna diferencia o complicación?

 

K.P: Es posible portear desde el nacimiento y hacerlo hasta que el niñ@ o porteador lo deseen. Con buenos portabebés se puede portear tranquilamente hasta los 4 años, aproximadamente, y a veces hasta más. Siempre vamos a tener que tener en cuenta diferentes variables para elegir el portabebé más adecuado según la edad y la etapa de desarrollo de nuestro bebé, y también según las preferencias y necesidades de madre y/o padre. No hay un portabebé que sea el ideal para todas las familias, ni para todos los momentos.
Si bien puede haber ciertas complicaciones a la hora de portear un recién nacido prematuro, debido a las condiciones de su salud o a las regulaciones de la institución en la que se encuentra, es sumamente importante que el vínculo físico entre mamá y bebé se realice lo antes posible. El Método Canguro, que Noelia mencionó anteriormente, es algo que en algunas salas de neonatología hoy ya se promueve, y se anima a madres y padres al contacto piel con piel, para ayudar a calmarlos, a regular su temperatura, a que respiren mejor y puedan comenzar a alimentarse por sí mismos. Un bebé prematuro necesita enormemente del contacto físico con su madre o padre, incluso un poco más que un bebé nacido a término. Tal vez las condiciones en neonatología no estén dadas para portear desde el minuto cero, pero sí debería haber un contacto estrecho con mamá o papá lo antes que sea posible. Una vez que su salud lo permita o a partir del alta médica, el porteo es altamente recomendable para continuar ese vínculo y ayudarlo a su adaptación a la nueva vida en casa. No hay diferencia en cuanto a la manera de portear un bebé prematuro, habrá que tener en cuenta, como con un bebé nacido a término, que la postura sea la correcta.

 

 

D.E: ¿Qué cosas hay que tener en cuenta a la hora de elegir un portabebé?

 

C: Yo creo que si una familia (o uno de sus miembros) está convencida de querer portear lo primero es asesorarse correctamente. Buscar información en Internet, concurrir a un taller, pedir asesoramiento personalizado o acercarse a un local de portabebés ergonómicos. Hoy día las mejores opciones son estas, porque si acudimos a las clásicas cadenas de accesorios para bebés nos vamos a encontrar con portabebés no ergonómicos e información muy pobre y poco confiable. Sabiendo ya entonces que estamos hablando sólo de porteo ergonómico, las preguntas que nos tenemos que hacer son: ¿Cuánto tiempo planeo portear? ¿Quién va a utilizar el portabebé, se va a compartir o no? ¿Quiero comprar sólo un portabebé o estoy dispuesto a comprar otros a medida que mi hijo vaya creciendo? ¿Cuál es mi presupuesto? ¿En qué momento voy a usarlo? ¿Cómo es mi rutina diaria? En base a estas respuestas y algunas otras podremos comenzar a determinar cuál es el mejor portabebé para cubrir las necesidades de nuestra familia. El próximo paso es aprender a usarlo bien y aprovechar su potencial al máximo.

 

 

D.E: ¿Cuáles son las diferencias entre: un fular elástico, uno rígido y una mochila ergonómica?

 

K.P: Un fular elástico es básicamente una tela larga y elastizada que nos permite hacer diferentes anudados y con el cual podemos cargar bebés desde el nacimiento hasta aproximadamente los 8-9 kg. Un fular rígido también es una tela larga pero que no se estira ni a lo largo ni a lo ancho, si bien requiere algo más de técnica y aprendizaje, permite muchísimos más nudos que el fular elástico y puede usarse desde el nacimiento hasta el final del porteo. Una mochila ergonómica es un portabebé que posee un panel rectangular que sostiene al bebé, con tiras y cinturón bien acolchados y con correas y broches de ajuste. En cuanto a su uso, es mucho más práctica que los fulares y se recomienda su uso a partir de que el bebé se mantenga sentado solo, hasta que el talle de la mochila permita una óptima posición. Cabe aclarar que con cualquiera de estos portabebés podemos lograr repartir el peso de forma simétrica sobre el cuerpo del porteador, es decir, en los dos hombros y cintura, con lo cual serán adecuados para portear por períodos más largos.

 

 

D.E: La gente que sufre de dolor de espalda o problemas particulares, ¿también puede portear?

 

C: Por supuesto. Realmente hay muy pocos casos en que esté contraindicado. Si esa persona puede tomar a su bebé en brazos, puede portear. Y, de hecho, si tiene molestias previas comenzar a portear desde el nacimiento le va a asegurar un fortalecimiento de sus músculos progresivo y mucho menos impacto. Un portabebé ergonómico bien utilizado reparte el peso del bebé en forma uniforme sin desplazar el centro de gravedad de quien portea. Nuestra maestra, que es además fisioterapeuta, asegura que portear correctamente no debería aumentar el dolor en ningún caso. Y si existen lesiones o enfermedades concretas lo ideal será siempre consultar al médico correspondiente, sin lugar a dudas.

 

 

D.E: ¿Es posible portear dos bebitos a la vez? ¿Y si son de distintas edades, como lo haríamos?

 

K.P: Sí, es posible y esto se llama porteo en tándem. Si se trata de dos bebés pequeños de la misma edad, es incluso posible portear en el mismo portabebé (por ejemplo, un fular). Pero si ya son más grandes y el porteo en forma simétrica ya no resulta cómodo, podemos utilizar dos portabebés. Por ejemplo, podríamos usar dos pouch, uno en diagonal hacia la derecha y el otro hacia la izquierda. Si son bebés o niñ@s de diferentes edades, podemos llevar uno delante (preferentemente el menor, o el que más demande cuidado o atención) con un portabebé, y otro detrás, con otro. A riesgo de sonar repetitivas, recordemos siempre que no sólo debemos cuidar las posturas de los niñ@s sino también el cuerpo del porteador. El porteo en tándem requiere tener ya cierta facilidad o experiencia en porteo y, sobre todo si se trata de niñ@s mayores, es de mayor exigencia física.

 

 

D.E: Para concluir ¿Existe alguna contraindicación para algún niño/a o para quien portea? ¿Algo a tener en cuenta donde no sea posible portear?

 

C: A priori no podemos decir que haya contraindicación alguna. Por supuesto, como siempre que hablemos de porteo seguro, debemos ser responsables en el uso del portabebé, asegurar que las vías respiratorias del bebé estén despejadas, verificar el deterioro o desgaste del portabebé, utilizar marcas reconocidas, etc. Como cuando hablamos de colecho, la persona que portea no tiene que estar bajo los efectos del alcohol, drogas, psicofármacos y demás. Habiendo hecho esta aclaración, la mayoría de las personas puede portear sin problemas y todos los bebés necesitan y disfrutan del contacto y movimiento que les brinda ser porteados. Incluso se ha demostrado que el porteo brinda excelentes resultados con bebés con necesidades especiales o alguna característica diferente en su desarrollo psicomotor. Todas las culturas a lo largo y ancho del mundo han porteado a sus bebés desde tiempos inmemoriales. Y estoy segura de que pronto volverá a ser igual.

 

Les agradecemos por su tiempo…

 

 

 

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